En apenas dos horas de la primera sesión de su evento anual re:invent, Amazon Web Services desplegó tantos anuncios como en los dos días de la edición 2015, lo que viene a confirmar que el fundador y CEO del grupo, Jeff Bezos, ha dado carta blanca a su valido Andy Jassy, VP senior, para invertir en nuevos servicios de su filial especializada en el negocio cloud. Lo que en 2003 a algunos les pareció un capricho de Bezos, representa hoy el 8% de los ingresos anuales de Amazon y la mitad de su beneficio. Opera en el mercado de infraestructura como servicio que, según Gartner, crecerá un 33% este año hasta los 16.500 millones de dólares, y que dominan AWS, Microsoft y Google, en ese orden.
AWS tiene, siempre según Gartner, una capacidad instalada en sus centros de datos que multiplica por diez la suma de la que disponen sus competidores más cercanos. Jassy, que como antiguo jefe de gabinete del fundador de Amazon le aconsejó inventar el negocio de infraestructura como servicio (IaaS), se mostró eufóricamente ambicioso ante la audiencia. Llegó a decir que «algún día», AWS puede llegar a ser más grande que el negocio de comercio online del grupo.
Desde que accedió a desglosar la cifra de negocios de AWS, ha acallado a los escépticos. En el tercer trimestre, los ingresos de esta división crecieron un 78% interanual después de haber crecido un 81% al cierre del anterior. A este paso, cruzaría a finales del año fiscal los 7.500 millones de dólares de ingresos, pronosticó Jassy.
Significaría, según un informe de Deutsche Bank, que si fuera una empresa separada de la matriz, su valor en bolsa estaría en torno a 170.000 millones de dólares [casualmente, el que tiene ahora mismo Oracle]. El banco alemán afirma que AWS – si fuera por libre, que no es el caso – sería la segunda empresa por crecimiento más rápido desde su fundación, después de Google.
Una encuesta entre quienes asistieron a la cumbre de AWS indica que la mayoría tiene, o piensa tener, una combinación de nubes públicas y privadas gestionadas por distintos proveedores. Más de cuatro de cada cinco (el 79%) respondieron que ya trabajan en proyectos de nubes hibridas. Una conclusión no inesperada de la encuesta es que el desarrollo y pruebas de aplicaciones son las cargas para las que más se utiliza la nube de Amazon.
Alterando un poquito la proverbial opacidad de Amazon, en re:invent se dijo que AWS tiene una lista muy diversa de clientes, más de un millón activos en 190 países. Tantos fueron los anuncios de re:invent que el sólo intento de resumirlos se hace odioso. Como por alguno hay que empezar, una sorpresa fue Snowball, el primer hardware de la compañía, concebido para mover grandes cantidades de datos (10 Tb o más) para ser almacenados en su nube pública. Se presenta bajo la forma de una caja robusta, pero lo bastante ligera como para que una persona pueda llevarla sin ayuda.
Andy Jassy comentó que una empresa que tenga necesidad de mover 100 Tb de datos debería dedicar 100 Mbps de ancho de banda para enviarlos a través de Internet, y por ello tendría que esperar 100 días antes de que estuvieran completamente transferidos. Esa misma empresa podría hacer lo mismo con un par de Snowball, e incluso es más fácil que comprar un montón de discos duros, cargar los datos y enviarlos por un servicio de mensajería, dijo con actitud didáctica. Claro que presenta otras ventajas como su encriptación automática. El negocio no está en vender el hardware sino en una tarificación original: 200 dólares más un extra de 15 dólares al día si la empresa se queda con el dispositivo por más de 10 días; la transferencia de datos es gratuita, pero si se utiliza para obtener datos desde la nube de Amazon, habrá que pagar 0,03 dólares por Gb transferido.
Pero antes de seguir con la relación de anuncios de nuevos productos, la preocupación por ampliar la base de clientes a organizaciones TI corrientes ha producido una noticia: el acercamiento de Rackspace a Amazon para que los clientes corporativos tengan más fácil mover sus operaciones de cómputo desde sus instalaciones a las de AWS. No hay que sacar conclusiones precipitadas, porque Rackspace ya anunció un acuerdo similar con Microsoft para Azure. Lo que tiene de llamativo la noticia es que AWS y Rackspace eran feroces enemigos hace poco tiempo.
En realidad, el plan original de Rackspace era competir directamente con AWS y con ese fin impulsó el nacimiento de OpenStack como software de código abierto. Con el tiempo, OpenStack se convirtió en el arma favorita de otros grandes nombres de la industria informática para contar rápidamente con plataformas cloud, pero no ayudó a Rackspace a ser lo que pretendía. El año pasado, jaqueada por la guerra de precios entre nubes públicas, Rackspace dejó de lado su razón de ser inicial, que no era otra que pelear contra Amazon.
No es una anécdota banal. Asociaciones como la que acaban de firmar AWS y Rackspace serán cada vez más frecuentes, en la medida que muchas empresas no tecnológicas empiezan a albergar su software corporativo en AWS. Excavando en los detalles del acuerdo, Rackspace dice estar ofreciendo dos niveles de soporte, pero quedan muchos detalles por concretar.
Tal vez no se ha valorado suficientemente el acuerdo que AWS firmó con Accenture para ofrecer servicios de consultoría sobre cloud. Es una manera de adentrarse en territorios que han estado dominados por IBM y HP. Por cierto, Accenture ha comprado Cloud Sherpas, una pequeña empresa de consultoría que trabaja con Google Cloud Platform. En la medida que AWS firme más acuerdos con partners de consultoría, cada vez más empresas dejarán de lado los recelos que despierta AWS por distintas razones.
Otra novedad relacionada es el servicio Database Migration, que permite – el nombre es explícito – migrar desde cualquier base de datos a la nube de AWS; la herramienta Schema Conversion permite migrar de un tipo de base de datos a otra.
Amazon también está haciendo crecer su cartera de bases de datos con una sexta opción compatible con MySQL para MariaDB, replicando los datos de una fuente de cualquier tamaño mientras se hace el seguimiento en tiempo real. Este servicio permite a las empresa mover con facilidad sus bases de datos a AWS, con la promesa de ejecutarlas en la nube a un coste más bajo. El nuevo motor de base de datos para MaríaDB SQL es importante, dado que MySQL es propiedad de Oracle, y la competencia entre ambas compañías se está endureciendo por momentos.
No fue estrictamente una sorpresa descubrir que Amazon está vivamente interesada en Internet de las Cosas. La primera evidencia de ese interés fue la adquisición en marzo de la empresa 2lementry, seguida del registro de una serie de nombres de dominio [amazoninternetofthings.com, amazoniotplatforme.com, awsinternetofthings.com, y otros sobre el mismo patrón]. Hasta donde hoy puede saberse, la propuesta de AWS es que los desarrolladores puedan conectar los dispositivos al servicio Device Gateway a través de HTTP con un protocolo específico. AWS IoT puede proporcionar certificados para comunicaciones encriptadas, si los clientes no tienen el suyo. Además, propone integrar el servicio con su producto de identidad para provisionar permisos.
La plataforma IoT está construída como un servicio totalmente gestionado, por lo que las empresas no tienen que preocuparse de incluir más recursos con el fin de mantenerse al día. El precio es de 5 dólares por millón de mensajes generados o entregados a los dispositivos. Aquellos desarrolladores que quieran probarlo pueden comprar un kit de iniciación compatibles con Intel, Qualcomm y MediaTek, disponible para su compra a través de la tienda online Amazon.com.
Las herramientas analíticas son un campo propicio para la industria, y AWS no podría mantenerse al margen. En re:invent se anunció QuickSight, un servicio de business intelligence basado en la nube de Amazon. Según se dijo, es una herramienta muy fácil de usar, que en 60 segundos puede proporcionar visualizaciones. Por supuesto, está integrada con otros servicios de AWS; además, puede recuperar datos de terceras fuentes, como Salesforce y Oracle. La presunción es que podrá ofrecer el servicio a «una décima parte del coste de ofertas similares en el mercado». Por 9 dólares por usuario/mes, explicó Jassy, estará en competencia directa con «los viejos productos de business intelligence«. ¿Quién se dará por aludido?
QuickSight ya está disponible en modo vista previa para un grupo selecto de usuarios, con dos ofertas, pero sólo en Estados Unidos, y no será hasta 2016 cuando se produzca el lanzamiento global. Pero la visualización de datos es sólo la punta del iceberg de lo que puede hacerse con los datos: en esta ocasión se anunció también Kinesis Firehose, una herramienta para llevar los datos de una aplicación web (o móvil) o de un sistema de telemetría al almacenamiento de AWS para su posterior análisis. Ya está parcialmente disponible, y permite consultar y cargar datos de Hadoop, que se cifran por el camino y se descrifran en la aplicación que tiene que utilizarlos.
[informe de Arantxa Herranz]